CURAR HERIDASTan sencillo como eso: curar heridas. Jesús fue
sanador. Jesús curaba con su mirada, con su palabra, con su acogida
cordial. Jesús curaba infundiendo ánimo, devolviendo la confianza, transmitiendo
paz, restaurando la autoestima.Curar al enfermo y amar a Dios, no son
cosas distintas. No son dos cosas diferentes curar con compasión,
atender con cuidado al herido del camino y amar a Dios con todo el corazón y
con todas las fuerzas. Porque ¿qué otra cosa es el Dios de Jesús sino la
infinita compasión con todos los seres heridos?
José Arregi
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