sábado, 3 de marzo de 2012

Salmo 137

Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Te doy gracias, Señor,
de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad;
cuando te invoqué,
me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R.
Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

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